En los años que he trabajado y enseñado estrategia empresarial, me han hecho muchas preguntas sobre el tema. Pero hay una pregunta que es la más común:

Si solo puedo hacer una cosa, ¿qué debo hacer?

Esta pregunta, más que intentar reducir lo que se necesita hacer a su mínima expresión, intenta dilucidar qué es lo más importante que se debe hacer.

En el caso de estrategia empresarial, lo más importante es entender que necesidad o necesidades de nuestros clientes estamos satisfaciendo. Suena muy simple, pero no lo es. La historia del mercado internacional está plagada de grandes empresas que no lograron entender la diferencia entre satisfacer una necesidad y el producto que se utiliza para satisfacer dicha necesidad. Empresas como, por ejemplo, Kodak que alguna vez fueron grandes y que hoy están sumidas en grandes problemas financieros e incluso la bancarrota.

Cuando uno piensa en una empresa como Kodak, ¿en qué piensa? Generalmente piensa en una empresa de fotografía. En 1976, Kodak tenía el 90% del mercado norteamericano de film fotográfico y era normal el encontrar un puesto de desarrollo de fotos Kodak casi en cada esquina.

Sin embargo, ¿era Kodak realmente una empresa de fotografía? La fotografía es simplemente un método que utilizamos para guardar recuerdos. El negocio de Kodak no era la fotografía, sino más bien los recuerdos y como preservarlos. Uno puede argumentar que no hay mayor diferencia entre uno y el otro. Sin embargo, la historia muestra lo contrario. En 1975 Kodak ya había desarrollado la primera cámara digital y decidió no lanzarla al mercado porque pensaban que afectaría el lucrativo negocio de film fotográfico. Si Kodak hubiera entendido cual era realmente su negocio, no habría dejado de lado la cámara digital y habría sido un jugador importante en la era de la fotografía digital. Al tratar de proteger su “negocio” de film, quedó fuera del mercado digital y nunca logró recuperarse.

Hoy en día, Kodak no es un jugador importante en el negocio de la fotografía.